Título Original: Rebecca
Autor: Daphne Du Maurier
Género: Novela
Temática: Misterio
Idioma Original: Inglés
Año Publicación: 1938
"Menos mal que la fiebre del primer amor sólo se pasa una vez. Porque, digan los poetas lo que digan, es una fiebre, una carga. Los veintiún años no son valientes. Están llenos de pequeñas cobardías, de miedos pueriles, infundados, pero ¡se hiere uno entonces tan fácilmente! ¡Se nos lastima con tan poca cosa! La más leve palabra espinosa se nos clava con crueldad. Hoy, arropada en la benévola armadura de una madurez que se aproxima, las diminutas punzadas cotidianas no nos arañan más que levemente y pronto se olvidan; pero ¡en aquella edad! ¡Cómo perdura el efecto de una palabra poco amable, dicha sin intención, hasta convertirse en estigma ardiente! ¡Y cómo una mirada altanera se nos cincela en el alma como algo eterno! Una simple negativa sin importancia se nos antoja inevitable preludio de los tres cantos del gallo, y una falta de sinceridad, tan traicionera como el beso de judas. El adulto maduro sabe mentir sin remordimiento de conciencia y con alegre serenidad; pero a aquella edad, la más inocente decepción nos abrasaba la lengua y nos ataba ella misma al poste del suplicio."
MI LECTURA:
Supongo que casi todo el mundo conoce la película Rebeca de Hitchcock, pues bien aunque suene típico es la pura verdad, me encanta este director. He visto casi todas sus películas, casi todas basadas en novelas, y Rebeca es una de mis favoritas. Así que cuando me dispuse a leer a Daphne Du Maurier mis prejuicios estaban ahí, grabados en la memoria, toda una serie de imágenes en blanco y negro sobre Manderly y sus habitantes.
La sorpresa fue cuando empezando la novela con su famosa introducción "Anoche soñé que volvía a Manderly", su prosa me envolvió y me llevó a esa ambientación que captó tan maravillosamente el director inglés. Y es que muy al contrario de lo que pensó Hitchcock cuando recibió el encargo de llevar esta novela a la gran pantalla, a mí sí que me ha gustado la historia y la autora. De hecho tengo muchas ganas de descubrir una novela suya sin más, sin prejuicios, lanzándome a la lectura para dejar fluir y evocar paisajes e imágenes directamente de la escritora. Y conocer de su mano esos personajes tan bien construidos. La sensación seguro que es muy diferente y la disfrutaré mucho más.
Hay tantas cosas dichas sobre esta novela que temo repetirme, así que destacaré aquellas cosas que creo la califican de una gran lectura. Empezaré con la narradora, protagonista secundaria, pues Rebeca aún muerta está en todas partes y su recuerdo es mucho más intenso que la presencia de la chiquilla protagonista cuya juventud se caracteriza por una gran inseguridad que magnifica en la percepción que tiene de todo lo que pasa a su alrededor.
Esta protagonista sin nombre nos narra, no solo una historia de suspense, sino también su paso de la juventud a la madurez. Son muchas cosas las que cambian drásticamente para ella. Su boda con el conocido Maximiliam de Winter le abre las puertas a una clase social de la que desconoce sus reglas y formalismos. Pero no es ésta la única cosa que la separa de su marido. Su edad también obstaculiza que la relación con su esposo no sea normal. Él la trata como una niña y ella se comporta como tal. Sus inseguridades y su carácter tímido serán una barrera que habrá de superar sola.
Pero hay algo más, un muro mucho más difícil de saltar y combatir y es la falta de información. El secretismo que gira alrededor de Rebeca, la primera mujer de Maxim, y las informaciones difusas que le llegan, a través de la visión subjetiva del ama de llaves, cuyo recuerdo de Rebeca es idolatrado, acentúan su complejo de inferiodidad y aumentan sus inseguridades.
La narradora lo resume en una frase: "Yo podía luchar contra los vivos, más no contra los muertos"
Lo bueno de este personaje del que no se habla mucho, pues casi todo el mundo se centra en Rebeca, es que a pesar de toda la hostilidad que siente busca fuerzas en su interior y lucha por conseguir superar sus miedos y tener una relación cercana e igualitaria con su marido Maxim. ¿Lo conseguirá? Cercana puede, igualitaria no sé porqué el Sr. de Winter es un personaje que representa muy bien al británico de clase social alta.
No podemos olvidarnos de Rebeca. Ese gran personaje que conocemos a través de los recuerdos de los demás protagonistas. La muerta más viva que he conocido hasta el momento en literatura. Su carisma y sus ansias de libertad son el grito de la mujer oprimida por una sociedad clasista y machista que relega a las mujeres a ser esposas y madres bajo la tutela de por vida de sus maridos, padres, hermanos, etc. No voy a adentrarme más en este personaje porque toda su esencia está en ese grito de protesta y de insumisión. Puede que egoísta, puede que no, cada uno que piense lo que quiera. Para mí es un personaje con fuerza y me gusta.
La novela se divide como en dos historias, dos momentos donde la trama gira alrededor de dos ejes muy diferentes. Es una percepción que tengo tanto en la película como con la novela. Hay un antes y un después que nos llevan a dos atmósferas diferentes, del misterio a la realidad. Todavía no sé si me desagrada ese cambio brusco, la verdad es que me deja un regusto que me gusta. Es una sensación extraña. Tienes la impresión de estar leyendo una novela y acabas leyendo otra. Y sin embargo el conjunto es coherente, equilibrado y me gusta.
En la primera parte, la narradora es mucho más subjetiva y todo lo que nos narra es difuso y misterioso. Esta percepción de intriga y suspense alrededor de Rebeca y que nutre su ama de llaves, la Sra. Danvers, acompañado de su aspecto fantasmagórico y de la gran mansión Manderly, crean una atmósfera de terror que cambia drásticamente con la revelación del secreto de Rebeca, ese que el señor Winter guardaba.
En la segunda parte, la historia se humaniza. Todos muestran su parte más humana y sus relaciones rompen con la frialdad y el ambiente de terror de la primera parte. Ahora el objetivo gira alrededor del secreto y de la verdad que comparten la narradora, su marido y el bueno de Frank. Nos encontramos con otra novela muy diferente. La narradora ha cambiado, ya no es una chiquilla, ahora es una mujer adulta y segura.
Esta novela la leímos para un reto muy bonito y que me ha encantado. Lo organizó Carmen del blog Carmen y amig@s y lo tituló de 'De Thornfield a Manderley' y con él he podido descubrir, aprender y disfrutar de tres grandes escritoras con las que repetiré seguro.
Ahora gracias a este viaje por el tiempo y el espacio literario, reconozco la influencia, la huella literaria en Rebeca. Su narradora me recuerda a Jane Eyre y el señor de Winter a M. Rochester de la novela de Charlotte Brontë titulada Jane Eyre. Y la locura de la señora Danvers junto al aura de Rebeca me recuerdan a Bertha Antoinette de la novela de Ancho mar de los Sargazos y a Berta de la novela Jane Eyre. Y luego está el espíritu de Manderly que nos lleva a la evocación de la mansión de M. Rochester, Thornfield. Aunque para mí Manderly es mucho más siniestra y tiene un aspecto mucho más victoriano que la gran casa de la novela Jane Eyre.
Creo que en Rebeca, no sé si intencionadamente o no, Daphne du Maurier refleja toda su pasión por la literatura, sobre todo, por esa creada por escritoras que abrieron el camino al reconocimiento literario de las obras escritas por mujeres.
Desde aquí te doy las gracias Carmen Forján por proponernos este estupendo viaje de Thornfield a Manderley.
MI LECTURA:
Supongo que casi todo el mundo conoce la película Rebeca de Hitchcock, pues bien aunque suene típico es la pura verdad, me encanta este director. He visto casi todas sus películas, casi todas basadas en novelas, y Rebeca es una de mis favoritas. Así que cuando me dispuse a leer a Daphne Du Maurier mis prejuicios estaban ahí, grabados en la memoria, toda una serie de imágenes en blanco y negro sobre Manderly y sus habitantes.
La sorpresa fue cuando empezando la novela con su famosa introducción "Anoche soñé que volvía a Manderly", su prosa me envolvió y me llevó a esa ambientación que captó tan maravillosamente el director inglés. Y es que muy al contrario de lo que pensó Hitchcock cuando recibió el encargo de llevar esta novela a la gran pantalla, a mí sí que me ha gustado la historia y la autora. De hecho tengo muchas ganas de descubrir una novela suya sin más, sin prejuicios, lanzándome a la lectura para dejar fluir y evocar paisajes e imágenes directamente de la escritora. Y conocer de su mano esos personajes tan bien construidos. La sensación seguro que es muy diferente y la disfrutaré mucho más.
Hay tantas cosas dichas sobre esta novela que temo repetirme, así que destacaré aquellas cosas que creo la califican de una gran lectura. Empezaré con la narradora, protagonista secundaria, pues Rebeca aún muerta está en todas partes y su recuerdo es mucho más intenso que la presencia de la chiquilla protagonista cuya juventud se caracteriza por una gran inseguridad que magnifica en la percepción que tiene de todo lo que pasa a su alrededor.
Esta protagonista sin nombre nos narra, no solo una historia de suspense, sino también su paso de la juventud a la madurez. Son muchas cosas las que cambian drásticamente para ella. Su boda con el conocido Maximiliam de Winter le abre las puertas a una clase social de la que desconoce sus reglas y formalismos. Pero no es ésta la única cosa que la separa de su marido. Su edad también obstaculiza que la relación con su esposo no sea normal. Él la trata como una niña y ella se comporta como tal. Sus inseguridades y su carácter tímido serán una barrera que habrá de superar sola.
Pero hay algo más, un muro mucho más difícil de saltar y combatir y es la falta de información. El secretismo que gira alrededor de Rebeca, la primera mujer de Maxim, y las informaciones difusas que le llegan, a través de la visión subjetiva del ama de llaves, cuyo recuerdo de Rebeca es idolatrado, acentúan su complejo de inferiodidad y aumentan sus inseguridades.
La narradora lo resume en una frase: "Yo podía luchar contra los vivos, más no contra los muertos"
Lo bueno de este personaje del que no se habla mucho, pues casi todo el mundo se centra en Rebeca, es que a pesar de toda la hostilidad que siente busca fuerzas en su interior y lucha por conseguir superar sus miedos y tener una relación cercana e igualitaria con su marido Maxim. ¿Lo conseguirá? Cercana puede, igualitaria no sé porqué el Sr. de Winter es un personaje que representa muy bien al británico de clase social alta.
No podemos olvidarnos de Rebeca. Ese gran personaje que conocemos a través de los recuerdos de los demás protagonistas. La muerta más viva que he conocido hasta el momento en literatura. Su carisma y sus ansias de libertad son el grito de la mujer oprimida por una sociedad clasista y machista que relega a las mujeres a ser esposas y madres bajo la tutela de por vida de sus maridos, padres, hermanos, etc. No voy a adentrarme más en este personaje porque toda su esencia está en ese grito de protesta y de insumisión. Puede que egoísta, puede que no, cada uno que piense lo que quiera. Para mí es un personaje con fuerza y me gusta.
La novela se divide como en dos historias, dos momentos donde la trama gira alrededor de dos ejes muy diferentes. Es una percepción que tengo tanto en la película como con la novela. Hay un antes y un después que nos llevan a dos atmósferas diferentes, del misterio a la realidad. Todavía no sé si me desagrada ese cambio brusco, la verdad es que me deja un regusto que me gusta. Es una sensación extraña. Tienes la impresión de estar leyendo una novela y acabas leyendo otra. Y sin embargo el conjunto es coherente, equilibrado y me gusta.
En la primera parte, la narradora es mucho más subjetiva y todo lo que nos narra es difuso y misterioso. Esta percepción de intriga y suspense alrededor de Rebeca y que nutre su ama de llaves, la Sra. Danvers, acompañado de su aspecto fantasmagórico y de la gran mansión Manderly, crean una atmósfera de terror que cambia drásticamente con la revelación del secreto de Rebeca, ese que el señor Winter guardaba.
En la segunda parte, la historia se humaniza. Todos muestran su parte más humana y sus relaciones rompen con la frialdad y el ambiente de terror de la primera parte. Ahora el objetivo gira alrededor del secreto y de la verdad que comparten la narradora, su marido y el bueno de Frank. Nos encontramos con otra novela muy diferente. La narradora ha cambiado, ya no es una chiquilla, ahora es una mujer adulta y segura.
Esta novela la leímos para un reto muy bonito y que me ha encantado. Lo organizó Carmen del blog Carmen y amig@s y lo tituló de 'De Thornfield a Manderley' y con él he podido descubrir, aprender y disfrutar de tres grandes escritoras con las que repetiré seguro.
Ahora gracias a este viaje por el tiempo y el espacio literario, reconozco la influencia, la huella literaria en Rebeca. Su narradora me recuerda a Jane Eyre y el señor de Winter a M. Rochester de la novela de Charlotte Brontë titulada Jane Eyre. Y la locura de la señora Danvers junto al aura de Rebeca me recuerdan a Bertha Antoinette de la novela de Ancho mar de los Sargazos y a Berta de la novela Jane Eyre. Y luego está el espíritu de Manderly que nos lleva a la evocación de la mansión de M. Rochester, Thornfield. Aunque para mí Manderly es mucho más siniestra y tiene un aspecto mucho más victoriano que la gran casa de la novela Jane Eyre.
Creo que en Rebeca, no sé si intencionadamente o no, Daphne du Maurier refleja toda su pasión por la literatura, sobre todo, por esa creada por escritoras que abrieron el camino al reconocimiento literario de las obras escritas por mujeres.
Desde aquí te doy las gracias Carmen Forján por proponernos este estupendo viaje de Thornfield a Manderley.
En resumen, ¿POR QUÉ DESPERTAR ESTE LIBRO?
La narración de Daphne du Maurier es envolvente. Sus descripciones y sus ambientaciones crean una atmósfera muy visual que enseguida traslada al lector a ese mundo narrado. Es magnífico su dominio de los personajes y el juego psicológico al que los somete. El personaje más fuerte no aparece físicamente en toda la novela, se trata de una muerta con una presencia muy viva, tanto que no te darás cuenta hasta la mitad del libro que desconoces el nombre de la narradora y supuesta protagonista. Esa capacidad de trasladar esa supuesta rivalidad entre la protagonistas estando en planos tan diferentes como la vida y la muerte y entender y vivir lo que siente la narradora ha sido magnífico. La novela está llena de sensaciones, conocemos la historia a través del recuerdo y sentimientos de la protagonista. Y luego, está la capacidad de crear suspense al lector, intrigarlo y animarlo a descubrir más, a ponerse en el papel de la narradora y desear saber cosas de Rebeca. Un libro que merece mucho la pena por todo esto y más.
Más sobre la autora:
La narración de Daphne du Maurier es envolvente. Sus descripciones y sus ambientaciones crean una atmósfera muy visual que enseguida traslada al lector a ese mundo narrado. Es magnífico su dominio de los personajes y el juego psicológico al que los somete. El personaje más fuerte no aparece físicamente en toda la novela, se trata de una muerta con una presencia muy viva, tanto que no te darás cuenta hasta la mitad del libro que desconoces el nombre de la narradora y supuesta protagonista. Esa capacidad de trasladar esa supuesta rivalidad entre la protagonistas estando en planos tan diferentes como la vida y la muerte y entender y vivir lo que siente la narradora ha sido magnífico. La novela está llena de sensaciones, conocemos la historia a través del recuerdo y sentimientos de la protagonista. Y luego, está la capacidad de crear suspense al lector, intrigarlo y animarlo a descubrir más, a ponerse en el papel de la narradora y desear saber cosas de Rebeca. Un libro que merece mucho la pena por todo esto y más.
Más sobre la autora:
- Web dedicada a Daphne du Maurier
Fuente de la imagen y de la lectura:
Du Maurier, Daphne (2007). Rebeca. Barcelona: Debolsillo
Qué buena reseña, Lourdes. Yo recordé la novela para un inicio de mes en mi blog y me encantó. Hacía mucho que había leído la novela. La película la he visto muchas veces. Pero tú has captado cosas que yo no habría destacado como es la inmadurez de la protagonista y es que la estoy recordando (maravillosa e ingenua Joan Fontaine) y es cierto que es como una niña desvalida.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte.
Un beso.
Yo la leí hace años y la novela
ResponderEliminarno me gustó. En cambio la pelicula me encanta cuando habitualmente me suele pasar al revés. Besinos.
A mi me encantó, igual hasta más que la película. También leí La posada de Jamaica y me gustó aunque no tanto
ResponderEliminarYo lo leí hace tiempo y me gustó bastante, la película no recuerdo si la he visto, creo que no
ResponderEliminarBesos
La leí hace años y me encantó. También la película es fantástica.
ResponderEliminarBesos.
Es un libro que me impactó en mi primera lectura, y que me gustó aún más en la segunda. Muy buena reseña.
ResponderEliminarBesos
No la he leído, pero la tengo anotada entre mis pendientes. Me la has hecho recordar.
ResponderEliminarUn beso ;)
Como bien dices en tu reseña, quién no ha visto la película de Rebeca. Muy buena. Y tu magnífico análisis de la novela en esta reseña, hace que la anote para una futura lectura. Eso sí, en castellano. Besos.
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